martes, 18 de mayo de 2021

Biden prometió reducir emisiones a la mitad para 2030… ¿Será posible?

Corinna Acosta                                               
6 mayo 2021

Palabras claves: ambiente, gobierno, emisiones, política, industria.

Reducir emisiones a la mitad requerirá un esfuerzo global inmediato que pueda transformar los sistemas energéticos y hacer que las emisiones caigan en picada.

El presidente Joe Biden anunció un nuevo y ambicioso objetivo climático nacional en la cumbre mundial sobre el clima celebrada el 22 de abril. Se comprometió a reducir las emisiones de carbono de Estados Unidos a la mitad, sí efectivamente, reducir emisiones a la mitad para el final de esta década —un descenso del 50%-52% para 2030 en comparación con los niveles de 2005— y a aspirar a las emisiones netas cero para 2050.

De acuerdo con Fast Company, el nuevo objetivo es un gran acontecimiento porque reúne formalmente las diversas ideas sobre infraestructuras, presupuesto, política reguladora federal y acciones dispares en los estados y la industria para transformar la economía estadounidense en un gigante altamente competitivo, pero muy verde. También señala al resto del mundo que “Estados Unidos ha vuelto” y está preparado para trabajar en el cambio climático.

 Con el compromiso de Estados Unidos, cerca de dos tercios de las emisiones mundiales actuales proceden de países que se han comprometido a alcanzar las emisiones netas cero a mediados de siglo. El sector eléctrico es el principal impulsor en Estados Unidos y en el mundo. Las investigaciones del Laboratorio de Berkeley muestran que, en los últimos 15 años, Estados Unidos ha reducido las emisiones de carbono del sector eléctrico a la mitad en relación con los niveles previstos.

Los nuevos compromisos se anunciaron en el contexto del primer gran evento diplomático de la Casa Blanca sobre el cambio climático: una reunión de los 40 principales países emisores, entre ellos China, Rusia, India, el Reino Unido y varios países europeos. Estados Unidos es el segundo emisor de gases de efecto invernadero del mundo y uno de los que más emite por persona. Pero sus emisiones son menos del 15% del total mundial, por lo que es esencial que lo que ocurra en EE. UU. esté vinculado a un esfuerzo global.

La promesa de la Casa Blanca es audaz, pero sigue siendo larga en adjetivos y corta en verbos creíbles. Queda por ver si tendrá un impacto en la acción interna o si ayudará a convencer al mundo de que Estados Unidos es un socio fiable y duradero en materia de cambio climático.

En razón a lo expuesto, las políticas del gobierno anterior guiadas por Donald Trump para repotenciar la industria de los combustibles fósiles y también el desinterés por enfrentar el cambio climático dieron un nuevo saldo negativo para el medio ambiente a lo largo del 2018 dejando como consecuencia el aumento excesivamente de las emisiones de dióxido de carbono. Así que la iniciativa de reducir las emisiones guiada por el nuevo gobierno de Biden para ayudar a contrarrestar la contaminación ambiental a partir del análisis detallado de los datos revelados acerca del aumento de la contaminación, se puede concluir que lo que produce mayor contaminación es el  drástico crecimiento de la demanda de electricidad, lo cual convierte a EE.UU. como el segundo país que más contamina. Dicho esto, la calidad del aire en Estados Unidos está disminuyendo drásticamente, lo que deja a la población del país, respirando aire insalubre y muy contaminado. Por ende, es muy necesario que se tomen cartas en el asunto atreves de la censura de las empresas que más contaminan y a la vez promover una economía verde con el objetivo de reducir los riesgos ambientales y la escasez ecológica, en donde EE. UU. pueda seguir con su capitalismo extensivo mediante un desarrollo sostenible sin degradar más el medio ambiente.

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